Cómete una naranja, guarda la piel y déjala secar unos días (o aprovecha el calor residual al final de un horneado). Pásala por un molinillo para transformarla en harina y disfruta del aroma que desprende. Añadela a tu receta de pan sin gluten.
¿Porque? Según un articulo del departamento para el desarrollo de la agricultura y la alimentación de Irlanda, esta «viruta» mejora las propiedades físicas y nutritivas del pan sin gluten.
Test:
Cada pan tiene:
- 100g fécula de patata
- 100g almidón de yuca
- 60g de harina de trigo sarraceno (alforfón)
- 50g de harina de sorgo
- 50g de harina de mijo
- 40g de harina de maíz
- 2 ctas de sal
- 1 cta de levadura de panadero
Además:
Pan A:
- 325g de agua mezclados con 1 1/2 cda de harina de naranja.
Pan B:
- 325g de agua
Mezclar sólidos y líquidos por separado para después juntar y mezclar. Untar moldes con mantequilla, aceite y harina, verter la masa. Reposar 1 hora. Hornear 30min, 250º con vapor. Bajar a 180º y seguir 30min (ya sin vapor). Bajar a 120º y seguir 30min.

La rebanada de la izquierda tiene harina de naranja.
Conclusiones:
- Es verdad, el pan con viruta de naranja mejora en esponjosidad, aunque la diferencia es muy poca. ¿Que tiene la piel de naranja? Vitamina C entre otras cosas. También tiene pectina, un gelificante/espesante.
- Puede que sea un buen complemento para el psyllium husk. Por si sola, no vale.
- Se nota mucho el sabor de la naranja. Genial para desayunos dulces!!!